Una de las mesas redondas más esperadas del I Congreso de Bandas de la Comunidad de Madrid fue la que abordó la dirección de banda con cuatro reconocidos directores del panorama madrileño y nacional. Moderada por David Val, secretario de la Federación de Bandas, contó con los siguientes ponentes:
- Kiko Juan Rodríguez, director de la Banda Sinfónica de Colmenar Viejo.
- Carlos Pellicer, director de la Banda de la Araña de Albaida.
- José Luis Bueno, director de la Banda de Música de Getafe.
- Ángel Hernández, director de las bandas de Yecla y Jumilla y de la Banda del Conservatorio Profesional de Barcelona.
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Los ponentes procedieron a hablar brevemente sobre su carrera y experiencia en la dirección de bandas. Ángel Hernández destacó la importancia de congresos como este y describió su experiencia de más de 28 años como director de la banda de Yecla, además de dirigir otras bandas y trabajar en el Conservatorio de Barcelona.
Por su parte, José Luis Bueno, que también ofreció una ponencia sobre programación bandística, habló de su experiencia en la Banda de Getafe, tras una fase de formación y aprendizaje en Morata de Tajuña, y cómo se adaptaron durante la pandemia, enfatizando la importancia de la reinvención para que las bandas sobrevivan.
Acto seguido, Carlos Pellicer describió su experiencia en Albaida y la ventaja de dirigir una banda en un pueblo con una fuerte tradición musical y donde hay dos bandas, lo que genera cierta competencia sana, algo que ayuda a superarse a los músicos.
Finalmente, Kiko Juan Rodríguez habló sobre su rol como director de la Banda Sinfónica de Colmenar Viejo y como segundo director de la Unidad de Música de la Guardia Real. Comentó sobre la falta de tradición bandística en Madrid en comparación con Levante y cómo esto puede dificultar el vínculo social e institucional de las bandas.
Elección de repertorio y motivación
Después de las introducciones, los participantes discutieron sobre la elección de repertorio y cómo motivar a los músicos. José Luis Bueno enfatizó la importancia de encontrar un repertorio motivador tanto para los músicos como para el público, y destacó la labor educativa de presentar las piezas antes de los conciertos. Ángel Hernández coincidió y subrayó la importancia de adaptar el repertorio a las circunstancias y a las características de cada banda, además de respetar la idiosincrasia del pueblo y las necesidades sociales que existan, pero siempre pensando en conseguir que la banda evolucione.
El consenso fue que elegir el repertorio adecuado es más complejo de lo que parece, y que los directores deben equilibrar las expectativas sociales, musicales y de desarrollo de la banda. La planificación a largo plazo y la programación coherente también fueron temas recurrentes.
El futuro de la música para banda
El debate continuó con una mirada hacia el futuro de la música para banda. Los ponentes destacaron que hay un abanico muy amplio de posibilidades para programar y seleccionar música, pero que es fundamental conectar con el público y educarlo para que aprecie tanto las obras clásicas como las más modernas.
Asimismo, los directores enfatizaron en la necesidad de continuar desarrollando repertorio que motive a los músicos y que a la vez sea relevante para sus municipios, destacando la importancia de combinar tradición e innovación para mantener viva la música de banda.
El moderador señaló que esta pedagogía debe darse tanto de forma interna como externa. Por ejemplo, añadió que la Banda de Yecla ganó muchos seguidores gracias a participar en las fiestas locales y relacionándose de forma directa como Asociación de Amigos de la Música con el público más joven de la localidad. Aunque quizá en Madrid sea más complicado porque muchos músicos no son originarios de las localidades donde tocan, sí es importante conseguir este sentimiento de pertenencia hacia el municpio.
Kiko Juan Rodríguez coincidió, señalando que en Madrid las bandas suelen estar compuestas por músicos de diferentes lugares, lo que puede dificultar su integración con el público local. Él destacó la importancia de elegir el repertorio adecuado para el pueblo, teniendo en cuenta aspectos sociales, pedagógicos y artísticos. «Para mantener la motivación de los músicos y el interés del público, el repertorio debe ser variado y progresivo», afirmó.
El rol social de las bandas
Los ponentes continuaron discutiendo el rol social de las bandas. Carlos Pellicer añadió que es crucial que los directores y compositores conozcan otras realidades, señalando que en Suiza, por ejemplo, el frío invernal no impide que la gente asista a los conciertos de bandas, gracias a una sólida vida social. Él sugirió que actividades como un cóctel antes de un concierto pueden ayudar a atraer al público y fomentar la participación.
Acto seguido, Ángel Hernández destacó que las bandas en pueblos como Albaida juegan un papel central en la vida social, y que hay un fuerte sentido de competencia sana entre bandas, lo que ayuda a motivar a los músicos y mantener el interés del público.
José Luis Bueno señaló que en Getafe, durante la pandemia, su banda se reinventó y continuó realizando conciertos, lo que resultó en un aumento de la energía y el entusiasmo cuando finalmente pudieron volver a tocar en el escenario. Por su parte, Kiko Juan Rodríguez añadió que es importante realizar actividades adicionales en torno a la banda, como cenas, conferencias y cursos, para mantener el interés y la motivación de los músicos, pero sobre todo para que se relacionen fuera del contexto musical.
Para cerrar este bloque, Carlos Pellicer enfatizó que, si bien las tradiciones y las circunstancias varían de una región a otra, es crucial que las bandas no pierdan su sentido de identidad y que continúen siendo relevantes para sus municipios o barrios. En definitiva, las bandas deben adaptarse y evolucionar, pero sin perder de vista su papel central como motores de cultura y cohesión social en sus comunidades.
La elección de repertorio
En este bloque, los ponentes discutieron los retos de elegir un repertorio adecuado para bandas pequeñas o con músicos mayores, y se centraron en la importancia de la formación y la responsabilidad del director.
David Val abrió el debate mencionando que muchas bandas pequeñas tienen músicos mayores y un repertorio muy limitado, a menudo tocando las mismas zarzuelas y pasodobles año tras año, y pidió recomendaciones para obras que puedan adaptarse a estas bandas.
En primer lugar, Ángel Hernández destacó que, más allá del repertorio, lo importante es la formación del director. Insistió en que «no todo el mundo puede subirse a una tarima y dirigir una banda», ya que requiere una formación técnica y una responsabilidad hacia los músicos. Enfatizó que la labor del director es tratar a su banda «con dignidad y honestidad».
José Luis Bueno coincidió con Ángel y añadió que la dirección requiere muchas horas de preparación, escuchando, leyendo y programando. Señaló que la falta de experiencia puede ser compensada con dedicación y formación, y destacó la importancia de procesos de selección a la hora de elegir un director, algo que ayuda mucho a mejorar la formación y adquirir experiencia.
Carlos Pellicer subrayó la importancia de la responsabilidad del director y la coherencia en la programación. Señaló que «el director debe ser consciente de que los músicos pueden detectar la falta de preparación» y que debe programar con cuidado, considerando factores como el tipo de concierto, la época del año y la disponibilidad de los músicos.
Para cerrar este capítulo, Kiko Juan Rodríguez añadió que es importante conocer el repertorio y adaptarlo al tiempo y la importancia de cada concierto. Destacó la necesidad de ser flexible y ajustar el repertorio a las circunstancias.
Obras adecuadas para bandas pequeñas
David Val pidió a los ponentes que recomendaran obras adecuadas para bandas de 30 o 35 músicos con una formación musical básica.
Kiko Juan Rodríguez afirmó que ahora es fácil detectar obras porque todas las editoriales clasifican las composiciones por grados de dificultad. Por ello, ya no hay excusa para adaptar el repertorio al nivel de la banda y al tiempo disponible para el ensayo.
José Luis Bueno compartió su experiencia programando una obra compleja para un concierto importante y luego intentando presentar una obra más simple para un concierto menos significativo, lo que resultó en descontento entre los músicos. Con esto, aprendió que es importante mantener el nivel de motivación y programar obras adecuadas a las expectativas y al nivel de la banda.
Ángel Hernández enfatizó que la formación del director es crucial para planificar el repertorio y los ensayos de manera efectiva, y que la coherencia en la programación es clave para el éxito de una banda.
En resumen, este bloque del debate subrayó la importancia de la formación y la responsabilidad del director, así como la necesidad de programar con coherencia y sensibilidad hacia las circunstancias y las expectativas de la banda. Los ponentes destacaron que, para mantener la motivación y el interés, es crucial adaptar el repertorio y la planificación de los ensayos a las necesidades y el nivel de la banda.
Hacer arreglos, pero desde la original
El moderador destacó acto seguido la importancia de que los directores deben ser capaces de adaptar los papeles según las necesidades y habilidades de los músicos para que toda la banda se sienta activa y motivada interpretando su partitura.
Ángel Hernández coincidió, destacando que esta faceta de arreglista es parte de la formación del director. Subrayó que muchas bandas tienen músicos con diferentes niveles de experiencia y que es importante adaptar las partituras para acomodar esta diversidad. Mencionó cómo, en el pasado, muchos maestros adaptaban a mano las partituras a los diferentes músicos, y que esto es algo que se sigue haciendo hoy en día.
A continuación, José Luis Bueno abrió un buen melón y destacó la importancia de trabajar con obras originales y la necesidad de que los directores se esfuercen por obtener partituras legítimas. Mencionó la cantidad de tiempo y esfuerzo que se requiere para encontrar el repertorio adecuado, pero también destacó que hay una gran cantidad de material disponible y a muy bajo precio, lo que facilita la programación.
El respeto al compositor
Como compositor, Carlos Pellicer destacó la importancia de la profesionalidad y cómo algunos directores no se preocupan por trabajar con material original. Mencionó que esto es una cuestión de responsabilidad y respeto hacia el trabajo de los compositores. Criticó la práctica de utilizar partituras fotocopiadas, especialmente en concursos y certámenes. «En algunos, es la propia organización es la que ofrece fotocopias a los miembros del jurado», matiza.
En suma, Ángel Hernández señaló que es importante que las bandas, los propios directores y las juntas directivas dediquen un presupuesto para adquirir repertorio, y que es crucial educar a la sociedad musical sobre la importancia de evitar la piratería. Comentó que es importante que las bandas compren las obras y no dependan de fotocopias, tanto por respeto a los compositores como por profesionalidad. Es más, contó la anécdota de que un certamen le pidió una obra original porque el jurado estaba trabajando sobre fotocopias que no se veían bien.
Por último, Kiko Juan Rodríguez comentó que trabajar con obras originales es crucial para la profesionalidad del director y de la banda. Mencionó que la sensación y la experiencia de trabajar con partituras originales es distinta y que esto se refleja en la calidad de las interpretaciones.
Cómo motivar a los músicos
Por último, David Val comenzó el bloque final del debate preguntando a los ponentes cómo motivar a los músicos tras la pandemia del COVID-19, que afectó a muchas bandas y asociaciones. Destacó la importancia de involucrar a compositores en el proceso de trabajo con las bandas, lo cual es una gran fuente de motivación para los músicos.
Kiko Juan Rodríguez explicó que, tras el COVID, muchas bandas experimentaron una disminución en el entusiasmo y la participación de los músicos. En Colmenar, han intentado revivir el interés mediante actividades en torno a la música, como conferencias y conciertos de música de cámara. También involucran a los jóvenes en la organización de eventos, lo que les da un sentido de responsabilidad y compromiso con la banda.
Carlos Pellicer, por su parte, destacó la importancia de dar responsabilidades a los jóvenes, como por ejemplo el diseño de programas de conciertos, para que se sientan más involucrados. Habló también de la importancia de involucrar a los compositores con las bandas y de cómo esto puede ser muy motivador tanto para los músicos como para los compositores. Pellicer señaló que muchas veces, los compositores son muy accesibles y están dispuestos a colaborar con las bandas, y que esto debería aprovecharse más.
Vida más allá del ensayo
A continuación, José Luis Bueno coincidió en que involucrar a los compositores puede ser muy beneficioso para las bandas, y también destacó la importancia de la organización de los ensayos, los conciertos y las temporadas. Señaló que los músicos deben percibir que hay una planificación y que se está haciendo un trabajo serio, lo que contribuye a la motivación. Además, destacó la importancia de las actividades sociales, como tomar una cerveza después del ensayo, para fomentar la camaradería.
Para cerrar el debate, Ángel Hernández subrayó la importancia de marcarse objetivos tanto a corto como a largo plazo. Explicó que los grandes objetivos, como participar en concursos internacionales, motivan a los músicos y crean un sentido de dirección. Señaló que estos objetivos también deben estar acompañados de actividades sociales y de convivencia, pero que siempre deben estar vinculados a la música, ya que ese es el propósito principal de las bandas.
Conclusiones
En conclusión, el debate «La música para banda actual» ofreció una visión profunda de los retos y oportunidades a los que se enfrentan las bandas de música en la actualidad. A través de las experiencias y perspectivas de cuatro directores destacados, se evidenció la importancia de una buena selección de repertorio, la necesidad de motivar a los músicos y la importancia de conectar con el público y el municipio.
Los ponentes destacaron la diversidad y la riqueza del repertorio disponible, así como la importancia de la responsabilidad y la profesionalidad del director. En última instancia, la mesa redonda subrayó que, a pesar de las dificultades, el mundo de las bandas de música está lleno de pasión, creatividad y potencial, y que con la visión y el liderazgo adecuados, las bandas pueden continuar siendo motores vitales de cultura y cohesión social.